¡Hola Pere! Ha sido un gusto y una increíble experiencia para nosotros y el público, poder ver tu cortometraje en el capítulo: Better Than Darkness, donde se presentaron trabajos que exploran una estética llena de claroscuros.

En tu película, las pesadillas son evidentes, con los monstruos y los seres fantasmagóricos que aparecen entre las sombras, pero al mismo tiempo, acompañas tu trabajo con humor negro, algo que destaca de ente toda la selección. Así que me gustaría comenzar por preguntarte:

¿De dónde surge ese interés tuyo, en el uso de personajes místicos y terroríficos?

De pequeño sufría terribles pesadillas. Me recuerdo a mí mismo, con más de 8 años, llorando en la cocina de casa apenas estaba oscureciendo por miedo a la noche, a la oscuridad. Era un miedo amorfo, sin explicación.... mis pobres padres se cansaban de preguntarme qué era lo que me aterrorizaba, y yo nunca lo supe verbalizar.... era algo irracional, pero muy vívido.... y poco a poco aquel miedo fue desapareciendo.

Pienso que todo aquello fue una experiencia de la que todavía me nutro, aunque ahora ya no me da espanto, es más, es algo con lo que juego: es mi materia prima; que mimo y cuido como un tesoro, y a la qué he alimentado (ahora lo veo) a lo largo de mi vida sin ser muy consciente (la música siniestra, el postpunk, el neoexpresionismo, el existencialismo....) por todo ello pasé, y todo lo disfruté... y aún así, a mis 45 años, me considero una persona divertida, sociable, jovial (algo misántropa, pero eso lo disimulo bien). Me encanta lo oculto, lo que no tiene explicación, jugar con todo eso. Ah y no, nunca he visto un fantasma, ni oído nada raro, ni creo en Dios... y mejor así.

¿Cómo es el desarrollo de tus cortometrajes? ¿Partes de alguna idea clara o va desarrollándose conforme experimentas con las imágenes?

Suele ser un desarrollo muy intuitivo, nunca trabajo con guion. Apenas una idea, una obsesión; que me sirve de guía para ir creando y a la vez buscando material. Yo trabajo mucho con material de archivo tanto cuando hago películas como ilustraciones.... el material preexistente es básico en mis piezas, y también su recopilación. Ando recopilando y clasificando videos e imágenes constantemente, las manipulo, las pervierto, les doy nuevas vidas en definitiva, y en ese estar dando vida van surgiendo las ideas, las imágenes, que poco a poco van cristalizando en libro o en película. Todo ello claro está siempre alimentado y dirigido (no conscientemente) por un puñado de obsesiones: lo demoníaco, lo fantasmal, lo monstruoso.... pero también lo cómico, lo raro, lo inquietante. El horror en sí no me interesa, me interesa lo que sucede en los intersticios del horror, aquello que no se muestra, que se sugiere. Aquello que pasa antes, o después.

SUGERIR siempre, nunca mostrar!, esa es una de mis máximas.